Ubicada en el Zócalo, en el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México, yace uno de los edificios más majestuosos de la capital: La Catedral Metropolitana. Construida en cantera gris, sus dimensiones contemplan 59 por 128 metros y una altura de 60 metros hasta la cúpula, convirtiéndola en la catedral más grande de Latinoamérica.

Sus obras comenzaron en 1573 y terminaron en 1813, lo que resulta en una armoniosa combinación de tres siglos de diferentes estilos arquitectónicos y escultóricos: renacentista, barroco y neoclásico.
En su exterior se admira una triple portada barroca, cuyo centro se decora con el relieve de Nuestra Señora de la Asunción, patrona de la Catedral, y la maravillosa cúpula, esculpida por el famoso artista valenciano Manuel Tolsá. De su interior sobresale el dorado Altar de los Reyes, de estilo churrigueresco mexicano y su hermoso coro. Hacia el oriente, se encuentra otro espectacular edificio adjunto: El Sagrario Metropolitano que, para algunos expertos, contiene la fachada churrigueresca mejor lograda de Iberoamérica.
La primera piedra de la Catedral fue colocada por Hernán Cortés, en 1524, en un sitio simbólico: el cruce de las cuatro calzadas que conducían al centro espiritual de la capital mexica: el Templo Mayor. Incluso, para su construcción, se utilizaron piedras que habían formado parte de éste. En los recientes trabajos de renivelación de la Catedral, se encontraron en sus subsuelos importantes vestigios arqueológicos, de entre los que destacan uno de los dos cabezales de Juego de Pelota, el llamado Templo del Sol y algunas secciones del Templo de Quetzalcoatl.
Sin duda, la Catedral Metropolitana, posicionada en el primer lugar con el 16% de los votos de los usuarios, constituye una de las obras máximas de la arquitectura colonial y la muestra cumbre del barroco en México.
Fuente: Mexico Desconocido

Deja un comentario