Construido entre los siglos XVI y XVIII sobre un pequeño islote para proteger al Puerto de Veracruz de los constantes ataques de piratas, este inmueble fue levantado con resistentes piedras coralíferas extraídas de las profundidades del mar. Entre los múltiples usos que tuvo -del siglo XIX a la fecha- destacan el de local comercial, cuartel y hasta penitenciaría. La imponente estructura de San Juan de Ulúa aún conserva el foso, la rampa y cinco baluartes, así como algunos calabozos en los que se ha adaptado una muestra museográfica que explica, con maquetas y dibujos, la historia y el desarrollo de este básico veracruzano que está rodeado de fantásticas leyendas..


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