
Crear nuevos sistemas operativos y nuevas consolas siempre, indudablemente, crearán una incertidumbre extraña.La windows 8, un sistema integral con variaciones importante de su dolorosa predecesora Windows 7 se integro de forma triunfal al Xbox One (de parte de su creador) pero no tanto para sus usuarios. . Por dos años, los videojugadores experimentaron molestias, lentitud, problemas técnicos y confusiones en la interfaz de esta consola, por lo tanto, la presurosa y providencial creación de Windows 10 era practicamente un hecho.
Xbox, siempre una consola de características inovadoras anunció con bombo y platillo la creación de una consola incluyente, veloz e integral, sin embargo, como todo buen cazador, una presa se estaba escapando de forma tonta: La retrocompatibilidad.
La inexistente forma en como los discos de la 360 no se podían reproducir en la Xbox One, fue uno de los «problemas» de los usuarios asiduos de una consola innovadora, pero poco funcional en el momento de ser «románticos» con el pasado. Sin embargo, después de mucho tiempo, esta característica funciona de forma simple, pues los juegos compatibles del catálogo Xbox Arcade de Xbox 360 simplemente aparecerán en la cola de descargas de la consola Xbox One, en tanto que los títulos físicos podrán jugarse en la consola con solo insertar el disco de juego.
La importancia de Kinect también fue reducida, la interfaz anterior estaba planeada para que, por medio de este accesorio, tuvieras un acceso fácil y rápido a tus aplicaciones, sin embargo, la realidad se tradujo en activación aleatoria de gestos y un frustrante reconocimiento de comandos de voz. Aún podrás usar comandos de voz, pero los gestos ya son cosa del pasado.
Por último, la compatibilidad entre dispositivos con sistema operativo basado en Windows 10 tendrá sus recompensas. Las apps universales podrán utilizarse en Xbox One y la asistente virtual, Cortana llegará el próximo año. Todo pinta para que 2016 sea un gran año para la consola de Microsoft.
Fuente: Level up

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