Los Pittbull han sido una raza maltratada. Sus diferentes características físicas y emocionales los hacen «ideales» para realizar todo tipo de trabajo «rudo», desde peleas callejeras hasta protección; sin embargo, el abuso del que han sido presa ha encaminado a enormes campañas de concientización sobre la benevolencia de la raza y su vida normal como cualquier perro doméstico.
El siguiente vídeo nos muestra la reacción de un Pittbull que utilizado en peleas callejeras a las caricias de un ser humano.

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