Un gran pedido de tacos es lo que activó el operativo en México que llevó a la captura del narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera, según varios funcionarios mexicanos citados por ‘The New York Times‘. Intercepciones telefónicas de una vivienda de Los Mochis, estado de Sinaloa, indicaron que alguien «importante» estaba a punto de llegar, según los funcionarios. La madrugada del pasado 8 de enero un hombre en una furgoneta blanca recogió un gran pedido de tacos a dos bloques del lugar.  Poco despúes infantes de Marina asaltaron la vivienda y se enfrentaron a una feroz resistencia por parte de los hombres de El Chapo.

En la casa encontraron escotillas, un laberinto de puertas, espejos y dos túneles: uno de ellos (situado bajo el refrigerador) era falso, para confundir a los agentes; el otro, detrás del espejo del baño, llevaba al sistema de alcantarillas de la ciudad. Precisamente este último fue usado por El Chapo y su lugarteniente para fugarse, pero, al estar siendo perseguidos, tuvieron que salir a la superficie, donde pronto fueron detenidos en un coche robado.  La captura de El Chapo fue el resultado de un amplio operativo que involucró a más de 2.500 agentes de seguridad e inteligencia que estaban detrás de la pista del narcotraficante desde su espectacular fuga de El Altiplano, una prisión federal de máxima seguridad, el 11 de julio pasado.