Estoy muy orgullosa de ser una mujer soldado aquí y digo que no tengo miedo del EI

«No vemos a las milicias de Daesh [abreviatura del Estado Islámico en árabe], pero están ahí en [la península egipcia del] Sinaí y amenazan con hacer daño a Israel», asegura la sargento, de 21 años de edad, a NBC News.  «Estamos preparadas para cualquier ataque», afirma Ben Tuvia. «Puede suceder hoy [o] dentro de un año o dos, pero estamos preparadas y sabemos que esto ocurrirá… Somos fuertes», añade.

La sargento sirve al Batallón Caracal, que desde 2000 es la primera unidad militar israelí que cuenta con soldados de ambos sexos. Las mujeres forman entre el 60% y el 70 % del Caracal, que recibe su nombre de una especie de gato del desierto cuyo género es apenas distinguible.

«Estoy muy orgullosa de ser una mujer soldado aquí y digo que no tengo miedo del EI», asevera Ben Tuvia. «Al final no importa si soy hombre o mujer. Con una pistola todos nosotros podemos hacer lo mismo», recuerda.

El sargento Rubi Ayash admite que le tomó tiempo acostumbrarse a contar con mujeres en su equipo. «Hay muchas ventajas en los batallones mixtos: aportan una nueva manera de ver las cosas y, obviamente, es más interesante», asegura.

Para ingresar en el Batallón Caracal los voluntarios deben pasar dos días de pruebas mentales y físicas. En su página web, el Ejército israelí advierte a las posibles reclutas, a las que llama»chicas», que «el curso [preparatorio] es agotador e idéntico al de cualquier otro batallón exclusivamente formado por hombres».