
Si bien es cierto que sus majestuosos paisajes, las auroras boreales y las creencias en los Huldufólk:trolls, elfos o simplemente gente escondida han circulado la red, apenas 1.7 millones de turistas visitan Islandia anualmente. Un par de empates en los primeros dos partidos pusieron a soñar a unos cuantos, la victoria parcial en medio tiempo ante Austria alimentaba la imaginación y un gol al minuto 94 consolidaba la fantasía: Un enfrentamiento contra Inglaterra en octavos de final, David contra Goliat versión 2016.
Entiendo que para muchos observadores e intelectuales, los eventos deportivos son la versión moderna del famoso ¨pan y circo¨ consagrado en la antigua Roma, sin embargo, estoy seguro que hasta al más grande erudito se le pone la piel chinita al ver el recibimiento de los islandeses a quienes los representaron dignamente en la justa europea o al saber que poco más del 10% de la población se trasladó para verlos jugar.
Asumo que el desenlace de ese partido es de conocimiento público, la escuadra vikinga remontó un gol tempranero de Inglaterra y le propició a un país que suele pecar se soberbia una de sus mayores lecciones. Algo que además añoraba gran parte del mundo después del referendo por el Brexit.
La llave se complicaba aún más después de tan memorable victoria e Islandia cayó ante el local, Francia, con la cara en alto y con una gesta que será considerada como histórica por algún tiempo. Por lo pronto, estoy seguro que tanto el ministro de asuntos exteriores como el de turismo estarán agradecidos con los once guerreros que pusieron a Islandia en el mapa y que como consecuencia beneficiarán radicalmente al país nórdico. Si no me creen pregúntenle a Google.
Otro de los momentos más memorables del torneo se dio el sábado en la tanda de penales entre Italia y Alemania cuando Zaza, jugador de la Juventus de Turín, ingresó al campo al minuto 120 con la única consigna de cobrar un tiro desde los once pasos. El resultado: un baile que hasta el mismísimo Michael Jackson envidiaría y que una marca de zapatos abusada, un programa de baile estilo ¨Dancing with the stars¨ o una academia podrían capitalizar mágicamente. Por lo pronto el ¨pasito¨ ya es moda y ha puesto a PSY a temblar.
Texto original: Merca2.0

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