Texto original por Jack Ades (Merca2.0)

l 21 de Mayo, prácticamente dos meses antes del inicio del torneo Apertura 2016 de la Liga MX, las Chivas del Guadalajara, un club con entre 25 y 28 millones de aficionados, anunciaron a través de su canal de YouTube el lanzamiento de Chivas TV: una plataforma en internet mediante la cual transmitirían los partidos del equipo.

La mañana siguiente, Antonio de Valdés confirmó el cambio en el noticiero del Canal 2, dando a conocer que ya no existiría una relación comercial entre el Club Deportivo Guadalajara y Televisa, empresa que transmitió los partidos del rebaño por más de dos décadas. En ese momento, muchos aplaudieron el movimiento de Jorge Vergara, atacando el duopolio televisivo que únicamente León y Pachuca se habían atrevido a trastocar.

El sentimiento generalizado de improvisación en torno a Chivas TV con sólo 24 días para la primer gran transmisión de la temporada fue creciendo, las carencias de la plataforma tecnológica no fueron correctamente evaluadas y los problemas de conectividad en el país se subestimaron. Si bien es cierto que los estudios señalan que existen cerca de 65 millones de internautas en México, pocos son los que cuentan con conexiones que realmente permitan ver 90 minutos de acción ininterrumpida.

Equipos de la talla del Manchester United o el Real Madrid cuentan con esquemas digitales que complementan la oferta en TV abierta o de paga, no la excluyen. Lo mismo sucede en México con los clubes en los que tiene participación Carlos Slim.Con tres partidos en su haber; uno de pretemporada, uno de copa y uno de liga contra Monterrey, los problemas anteriormente señalados se han potencializado, las quejas de los usuarios que han pagado van en aumento e inclusive la Profeco está considerando actuar en consecuencia.

Mientras tanto, el equipo lidereado por José Luis Higuera responde con velocidad y cambia de socio estratégico abandonando a Cleeng para probar suerte con Internetv para transmitir el partido del sábado contra el Querétaro, un movimiento que parece un grito desesperado y que a menos de resultar diametralmente superior seguramente será el principio del fin para el concepto de Chivas TV como lo conocemos.Por razones que desde mi punto de vista escapan la lógica, pero que están ligadas con la soberbia, los responsables del proyecto decidieron omitir prácticas comunes y probadas para una transición de este calibre. Iniciar con un periodo de prueba gratuito que permita detectar fallas sin una responsabilidad comercial, transmitir en simultáneo por otros medios y contar con paquetes premium que evalúen la demanda y calidad del servicio son sólo una muestra de lo que podría haber funcionado mejor.

En conclusión, en caso de que el señor Vergara y su equipo de trabajo hubiera sometido el concepto de Chivas TV al mismo escrutinio con el que él y sus compañeros de Shark Tank evalúan los proyectos de quienes buscan conseguir su inversión, seguramente se hubiera ido a casa con las manos vacías pero con menos problemas de los que seguirá enfrentando.