Ambientada en el siglo XXI, Ghost in the Shell se presenta en una primera lectura como un thriller futurista de espionaje, al narrar las misiones de Motoko Kusanagi, la Mayor a cargo de las operaciones encubiertas de la Sección Policial de Seguridad pública 9 o simplemente «Sección 9», especializada en crímenes tecnológicos. La misma Kusanagi es un cyborg, que no solo posee un cuerpo artificial, sino también ha reemplazado la totalidad de su cerebro, lo que le permite ser capaz de realizar hazañas sobrehumanas especialmente requeridas por su labor.
La dinámica impresionante del manga, ahora, traspasa la realidad al ser llevado a la pantalla grande por Rupert Sanders, el interesante director de Blancanieves y el Cazador, y de la mano de la hermosa y siempre mimética Scarlet Johansson.

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