#SiMeMatan en un país estúpido

Según la cultura general o hablando estrictamente de la religión católica, la mujer fue creada de la costilla del hombre; nunca debajo de él, ni por encima de él, a su misma altura, en la misma forma de derechos y convicciones. Cómo tal, la mujer se ha enfrentado históricamente a una mentalidad estúpida que nos deja con una deuda brutal a nuestra consciencia. Han luchado por tener su derecho a votar, por su derecho a ser escuchadas, por su derecho a ejercer la ciencia, por su derecho a todo, cuando, ellas no deben absolutamente luchar por nada, solamente deben luchar hombro a hombro con una sociedad que sigue sin darse cuenta del gran daño que se hace con el desdén a una lucha que se libra día a día, en cada calle, en cada oficina, en cada hogar.

En México, las mujeres siguen luchando día a día con un machismo tan exacerbado que parece increíble en pleno siglo XXI. Desde las “Muertas de ciudad Juarez” los feminicidios en México se han convertido en un tema sobre la mesa que administración tras administración ha sido ignorado como un tema prioritario y fruto de decenas de discursos estériles, sin sentido y que solamente contribuyen más al problema que a una solución per sé.

Hace unos meses la mujer se enfrentó contra un machismo asqueroso en un país estúpido. La joven accidentada en pleno Paseo de la Reforma, fue blanco de múltiples ataques post mortem por decidir salir a divertirse, en un ejercicio interesante que detonó, de nuevo, ese sentimiento interesante que se tiene ante una mujer que puede decidir, revelando así, que México aún no se encuentra preparado para saltar a este nuevo siglo con una mentalidad fuera de atavismos y juicios de opinión misóginos en todo sentido.

La mujer, cualquiera, de este país y de este mundo, puede decidir qué hacer y qué no hacer con su vida, cuerpo y estilo de vida, nosotros, como sociedad, tenemos la obligación de protegerlas, no por obligación, sino por un sentido común imperativo.

La semana pasada, un feminicidio más ocurrió en Ciudad Universitaria. Lesby, una joven de apenas 22 años, fue encontrada muerta en una de las jardineras de CU, siendo obviamente, por la zona y contexto, un dato más en un país que observa con tanta indiferencia este tipo de casos que da terror y ansiedad ver como miles de jovencitas, madres, hijas, hermanas y mujeres en sí, que deambulan por las calles sin saber si volverán a sus casas.

¿Un caso más? ¿Un problema menos? No, una víctima más de un país estúpido.

El día de los hechos estuvieron reunidos en CU con unos amigos donde estuvieron drogándose y alcoholizándose”

El novio, con el qué la víctima vivía, comentó que trabajaba de intendente en una preparatoria”

Su novio y su madre aseguraron que no estudiaba desde el 2014 y que debía aún varías materias”

Dicen al calce los tuits que la Procuraduría General de Justicia publicó en su cuenta oficial sobre las “indagatorias profesionales” realizadas por la dependencia.

Entonces, ¿Un feminicidio es válido si se tiene gusto por las drogas o el alcohol? ¿Un feminicidio es válido porqué vives con tu pareja a los 22 años? ¿Un feminicidio es válido en un país donde todos los días decenas de criminales, asesinos, miembros del crimen organizado y capos de la droga, exgobernadores son indultados por recomendaciones de los Derechos humanos?

¿En qué momento un feminicidio tuvo una justificación?

Parece salido de una retorcida novela. El nulo sentido común de nuestras instituciones raya en la burla a un problema tangible en estos últimos años. En 2014 se reportaron 120.000 agresiones anuales; solo 15.000 de ellas fueron denunciadas y solo en 4.000 se juzgó al culpable.

A través de su mapa en la página Feminicidios en México se ha podido tener constancia de los últimos casos de feminicidios en México: 1.985 casos registrados en 2016 y 369 desde enero hasta marzo de 2017.

La mujer en México ahora no tan solo debe cuidarse del violador, el acosador, el asesino, el golpeador, el degenerado, el manipulador, ahora, desde cada uno de sus demonios debe procurar ser una mujer con un pasado o presente “decente” para no hacer justificable su asesinato para que la institución encargada de protegernos no vea su asesinato justificable por la forma en como lo gusta divertirse o pasar el tiempo. En México, ahora, la mujer necesita luchar no solamente contra la injusticia, sino contra la inferencia de un país que observa como las calles se tiñen de rojo, mientras la consciencia empalidece ante la razón.

Ignorar a la mujer. Ignorar sus derechos. Ignorar su derecho a la vida, las asesina más que una tétrica intención.

Hasta la próxima.