En un mundo que exige romper tabúes, los líderes del mundo deben dar el ejemplo.
Las primeras damas de cualquier país fungen como esa parte de la presidencia que tiene la obligación de velar por los temas sociales más importantes al interior de su país, también, fungen en muchas ocasiones como ese pilar moral que exige sustento al las necesidades básica de una sociedad, siendo, en ocasiones, esa presencia inherente que da faro a un gobierno.
La siguiente fotografía probablemente para muchos no sea relevante, pero su legado y ejemplo es impresionante sin lugar a dudas. El esposo del primer ministro de Luxemburgo, Gauthier Destenay, posa junto a las primeras damas de todo el mundo, sumándose al protocolo, en una forma de indicarnos que sí, efectivamente, el mundo avanza en pequeños pasos, ¡pero avanza!
Fuente: The Huffpost


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