A Hollywood siempre le ha interesado vender más allá de la calidad que se le imprima a ciertos proyectos. Existen muchas películas en la orbe que se mantienen a flote por el agrado de sus fanáticos y el legado histórico de cada film. El anunció en el 2002 de la salida del primer film de Resident Evil, enloqueció a propios y extraños en lo que parecía la emisión de una franquicia, qué, si la apegamos al videojuego en sí, sería un éxito inmediato.

El film decepcionó. La base creativa de un extenso argumento como lo es Resident Evil, quedó muy corto a un Paul W. S. Anderson que fue mejorando lentamente al paso de la saga, sin dar ese salto que la apuntalara como una serie épica de nivel.

El año pasado, la protagonista de los siete films, Milla Jovovich, anunció con bombo y platillo (para muchos con agrado) el final de la franquicia con el último título de la serie Resident Evil: The final chapter, sin embargo, desde el Festival de Cine de Cannes, Constantin films, la responsable de la franquicia, anunció un reboot de la franquicia a cargo del talentoso James Wan (El Conjuro) como productor.

La maldición que tienen todos los films basados en videojuegos sigue amenazando a casi todas las adaptaciones, esperando, que ahora, bajo la producción del nuevo genio del terror, Resident Evil llegue a ese lugar que merece.

¿Ustedes qué opinan?