Duarte, ahora entendemos tu sonrisa.
En un país tan corrupto como México, las noticias lamentables se convierten en un detalle más de una sábana de increíbles acontecimientos. Hace unos meses, el escape de uno de los gobernadores más corruptos del PRI sacudía a la nación. Javier Duarte de Ochoa sale del estado de Veracruz apoyado por una increíble maquinaria de corrupción qué el mismo planeó desde la trinchera del cinismo, desde las sombras de la impunidad.
Muchas fueron las teorías. Muchos fueron los inculpados. Pocas fueron las acciones.
Los funcionarios de la administración Duartista fueron cayendo poco a poco en un melodrama que todo el país ya conoce: Se atrapan, se presentan, se amparan y se liberan, y así muchos peces grandes que aún se encuentran dentro del reclusorio nos mantienen con la pregunta en la mente: ¿Hasta cuándo?
Muchos de estos funcionarios, metidos hasta las manitas en negocios ilegales, tráfico de influencias y demás delitos se encuentran amparados en sus “fueros” lo cual les permite caminar por las calles de forma impune, sin ningún tipo de reserva, sin ningún tipo de miedo a la autoridad, como una burla más a un pueblo que solamente observa, se queja, pero no hace absolutamente nada.
Crear un caso, de cualquier tipo, amerita un trabajo exhaustivo de todas las partes involucradas en el proceso. Muchas veces, la sed de justicia provoca que mucho y buenos abogados emitan sus opiniones de cómo crear casos fehacientes contra estos delincuentes que, desafortunadamente, tienen el sistema a su favor y creando “omisiones” que se leen increíbles a todos los niveles de impunidad. Crear un caso de una forma limpia siempre será un problema en un país corrupto donde existen tantos intereses de por medio, tanto dinero entre líneas, tanta corrupción como moneda de cambio.
El día de hoy, un juez suspendió provisionalmente dos órdenes de aprehensión que caen sobre Javier Duarte. ¿Increíble?, Sí. El tráfico de influencias, peculado e incumplimiento del deber legal, ahora, solamente tienen como depósito 6 mil pesos hasta que se dicte una suspensión definitiva, como si todos, absolutamente todos los datos emitidos desde la gestión fueran insuficientes para crear un caso histórico en un país deseoso de justicia pero extraño en su ejecución.
¡OJO!, esto no quiere decir que Javier Duarte se encuentra libre. El exgobernador tiene que seguir cumpliendo su condena en el reclusorio norte hasta qué se comparezca contra los demás delitos federales que se le atañen al exgobernador, la pregunta es: ¿Cuántos más se suspenderán?
¿Usted sabe a cuantas personas comprometería Javier Duarte con sus declaraciones? ¿Usted sabe cuantas organizaciones pondrá a temblar? ¿Usted sabe toda la información que tiene ese hombre en su poder?
El dinero sustraído no se encuentra solamente en los bolsillos de Javier Duarte. El dinero sustraído del gobierno del estado de Veracruz se encuentra repartido entre muchas y grandes esferas de cualquier tipo (como se determinó en las grabaciones de hace unos días sobre los recursos destinados al PRI nacional por parte del exgobernador), por lo tanto, las teorías de que Javier Duarte se encuentra protegido por altas esferas de poder toma forma, el exmandatario no puede abrir su boca en ningún sentido, por qué grandes cabezas caerán y eso no es políticamente correcto de cara al 2018.
En fin, está novela política llamada «justicia» continua de una forma increíble para propios y extraños. Corrupción, impunidad, omisiones de todo sentido; una justicia con la brújula inquieta y un determinado sistema en quitarle responsabilidades a los criminales que ellos mismos sustentan son las razones de esa sonrisa que Javier Duarte tiene, una sonrisa que hoy desafortunadamente todos entendemos.
En este país Javier Duarte y toda esa mafia detrás de él puede sonreír de una forma tan cínica. Ahora sabemos por qué sonríe. Ahora sabemos y entendemos el porqué de tu estúpida e increíble falta de cordura, ahora entendemos el porqué nunca has dejado de sonreír.
Hasta la próxima.


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