El cine se ha convertido en un mundo errático donde los originales tienen poca historia. Apostar por la nostalgia como un imán de taquilla, ha funcionado en muchas franquicias, que, en el sentido estricto de la creación, son comparadas de forma apabullante por las originales.

La serie de libros creados por P.L. Travers, pasaron a la historia de una forma magistral de la mano de Robert Stevenson como director, y los talentosos hermanos Sherman en la música. Mary Poppins marcó desde muchas perspectivas el inicio de una nueva era de cine, donde, la animación y los personajes reales convivían en la pantalla de una forma irrestricta, con una fluidez plausible para la época, y un enorme cantidad de colores que golpeaban a la imaginación.
Un clásico inmediato, la versión de Mary Poppins pasó a la historia como uno película insuperable, hasta qué, en el sentido estricto de los tiempos, ella tenía que regresar.

Emily Blunt es la encargada de llevar a nuestros ojos a una «nueva» Mary Poppins, 25 años después de los acontecimientos de la primera cinta. La niñera llega a la vida de Jane y Michael Banks e intenta poner orden de nuevo a sus vidas después de un acontecimiento familiar que divide al núcleo familiar en varios sectores.
Emily Mortimer, Ben Whishaw, Lin-Manuel Miranda, Meryl Streep, Colin Firth, Julie Walters, Dick Van Dyke y Angela Lansbury completan el espectacular reparto. Mortimer y Whishaw interpretan a Jane y Michael; Miranda encarna al encendedor de lámparas, mientras Streep da vida a Topsy, prima de Mary Poppins.
La cinta está preparada para estrenarse en cines este 19 de diciembre a nivel mundial.

Deja un comentario