México siempre será un país de refugio, de asilo, hospitalario, sin duda alguna, pero si ellos lo único que pretenden es transitar por nuestro país, eso no es nuestro fin. Nuestra finalidad es acogerlos, aquí, como un país hospitalario, no como un país de tránsito, porque eso no puede ser y se mantendrá su reconocida tradición de asilo, como en diversas etapas de su historia bajo instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador, indicó, es proteger los derechos humanos de los migrantes.
El acto conmemorativo se realizó en el contexto de un registro sin precedentes de solicitantes de refugio y rechazó que al inicio del sexenio la frontera sur mexicana se haya abierto. Explicó que se dieron 20 mil visas humanitarias, que son pocas, en comparación con el flujo de 144 mil migrantes que cruzaron en mayo a Estados Unidos, vía México.
A su vez, Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de Gobernación, dijo que al cierre de este año habrá más de 80 mil solicitantes de refugio. Anunció la instalación de una mesa interinstitucional para atender esta situación.
El representante de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados, Mark Manly, pidió al gobierno asegurar que las personas que lleguen tengan la misma oportunidad que el asilo español, hace 80 años, y que el plan de control migratorio no afecte derechos de peticionarios de refugio.


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