El martes, Washington anunció duras sanciones contra una filial del gigante petrolero ruso Rosneft por sus vínculos con el gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
Más temprano este mes, el presidente estadounidense, Donald Trump, recibió en la Casa Blanca y llevó como invitado a su discurso del Estado de la Unión al líder opositor venezolano Juan Guaidó, que fue ovacionado en el Congreso.
Ambos pasos muestran que EE.UU. aún busca aumentar la presión contra Maduro, pese a que éste sigue en el poder desde que Trump apostara por su caída al reconocer a Guaidó como presidente interino de Venezuela en enero de 2019.
«Lo que (Trump) apostaba hace poco más de un año no resultó, entonces hubo frustración. Pero esto fue un mensaje muy claro de que EE.UU. sigue apoyando a Guaidó«, le dice a BBC Mundo Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, un centro de análisis en Washington.
Fuente: BBC mundo.


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