El Fondo Monetario Internacional asegura que dicho crecimiento será un pronostico débil, mismo que se realizo a principios de año.

El panorama económico global mejoró en la última revisión de crecimiento por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI); sin embargo, el crecimiento continúa débil, señaló la actualización del World Economic Outlook.

En una coyuntura donde los altos niveles de inflación empiezan a ceder en varios países, a la par de altas tasas de interés, el FMI mejoró la perspectiva de crecimiento global a 3%, desde la tasa de 2.8% reportada en abril pasado.

Agregó que las altas tasas de interés a nivel mundial continúan lastimando el crecimiento económico, mientras que el balance de riesgos para la economía global sigue sesgado a la baja.

Otros riesgos son la posibilidad de que se reanude la turbulencia en el sector financiero, una recuperación más lenta en China y problemas de deuda en más países.

De acuerdo con lo presentado en el informe del FMI, España fue la economía que tuvo la mayor revisión al alza por parte del organismo internacional. Para este año, la economía española se estaría expandiendo a una tasa de 2.5%, mejorando un punto porcentual al dato que se tenía.

Le siguió México, con un aumento de 0.8 puntos porcentuales a 2.6%, mientras que la proyección de Rusia mejoró en la misma magnitud, a 1.5 por ciento.

En el caso de las economías avanzadas, se revisó de 1.3 a 1.5% la proyección de crecimiento para este año. “Se proyecta que aproximadamente 93% de las economías avanzadas registren un crecimiento menor en el 2023 y asimismo que en este grupo de economías el crecimiento se mantenga en 1.4% en el 2024”.

Para Estados Unidos, el FMI proyecta un crecimiento de 1.8% este año, mejor en 0.2 puntos porcentuales a la expectativa previa. El aumento, explicó el instituto, es por la resiliencia del consumo durante el primer tercio del año, reflejo de la estrechez del mercado laboral que ha provocado una mejora de los ingresos reales y repunte en las ventas de vehículos.

Fuente: El Economista