António Guterres asegura que estamos en un punto donde ya no existen medias acciones contra el calentamiento global.

El mes de julio que acabó ayer ha experimentado el lapso de tres semanas más caluroso, los tres días más calientes y las temperaturas oceánicas más altas para esta época del año que se han documentado en la historia, según se extrae de los datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio Copernicus de la Comisión Europea que ha hecho públicos la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las olas de calor en gran parte de América del Norte, Asia y Europa, junto con los incendios forestales en países como Canadá y Grecia, han tenido un gran impacto en la salud de las personas, el medio ambiente y las economías, unos hechos «totalmente consistentes con las repetidas predicciones y advertencias (…). La única sorpresa es la velocidad del cambio. El cambio climático está aquí. Es aterrador. Y es apenas el comienzo. La era del calentamiento global ha terminado. Ha llegado la era de la ebullición global«, señaló.

Las afirmaciones del titular de la ONU se ajustan a las proyecciones de Copernicus que consideran poco probable que el récord de julio sea aislado este año, ya que las temperaturas sobre las áreas terrestres están muy por encima del promedio en un mes, además, precedido de un mayo y junio también más calurosos y secos por encima de la media.

La OMM ha presentado los datos como un «anticipo del futuro» y estima que hay un 98% las probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años sea el más cálido registrado, y un 66% de probabilidades de superar temporalmente la marca de 1,5°C por encima de los niveles preindustriales durante al menos un año del lustro por venir. Ambos organismos sostuvieron que las emisiones antropogénicas son el principal propulsor de estas temperaturas crecientes.

El director general de la OMM, Petteri Taalas, subrayó por su parte la urgencia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, declarando que la acción climática no es un lujo, sino una necesidad. «No más esperar a que otros se muevan primero. Simplemente no hay más tiempo para eso», apuntó.

Guterres aseveró que aún es posible alcanzar la meta de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales para fin de siglo y evitar así lo peor del cambio climático, pero aunque ha habido algunos avances en el despliegue de energías renovables y otros ámbitos. Sin embargo, ninguno de ellos tiene el suficiente alcance ni la velocidad que se requiere.

Guterres reiteró la necesidad imperiosa de que los países desarrollados se comprometan a alcanzar emisiones netas cero lo más cerca posible de 2040, y las economías emergentes lo más cerca posible de 2050, con el apoyo de los países desarrollados para hacerlo.

Fuente: Expansión