Molotov, un viaje al pasado que nos envuelve de futuro de la mano de un megalómano como AMLO y su rastrera cuarta transformación
Por Edel López Olán (Permanencias Voluntarias)
En México vivimos una democracia de fantasía, misma que se convierte en el reducto de nuestras peores pesadillas. En el 2018 la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de México representaba en muchos sentidos un triunfo a la democracia. Un hombre que «lucho» durante muchos años en contra de un sistema corrupto, que «lucho» en contra de los fraudes y el escarnio, que «lucho» en contra de todo para llegar a la presidencia. Ese hombre, embebido de «credibilidad» se convirtió en el presidente de un cambio esperado que hoy se configura como un fraude más al pueblo y la democracia.
Y coloco «lucho» entre comillas porque evidentemente nunca existió tal lucha, solo una obsesión por el poder que hoy, a seis años, nos damos cuenta de ello.
El grupo de rock alternativo «Molotov» escribió «Gimme tha power» en 1997 como un canto de protesta ante los abusos del poder y la autoridad que en ese tipo era representada por el PRI. El tono lento de la música acompañaba de una letra subversiva e interesante plasmaba a la perfección la realidad nacional, que no ha cambiado, pero al parecer tiene mejor marketing.
«…Hay que arrancar el problema de raíz, y cambiar al gobierno de nuestro país…»
Y, desde aquel 1997 (yo tenía 17 años) los mexicanos nos sentimos identificados con esas letras que tuvieron y hoy tienen gran relevancia para el futuro de nuestro país.
La Cuarta Transformación se configuró desde una perspectiva social. Todos los actores políticos de esta versión bizarra de cambio han estado, militado o ya de chiripa, han estado ligados a las altas esferas de ese priismo recalcitrante que, de una forma paradójica, se convierte en su cobijo después de ser ese monstruo que juraron destruir.
Después del 2 de junio, en una democracia ficticia (Si, existió una compra de votos aunque no lo quieran aceptar), esta cuarta transformación se levanto con una victoria que nos coloca a todos al borde del despeñadero (Utilizando las palabras del mismo AMLO). Y es que como un juego de Tetris, el otrora defensor de la democracia y el paladín en contra del autoristarismo, fue colocando todas las piezas necesarias para desarticular los poderes, sus contrapesos y las bases en las que muchos mexicanos (verdaderos demócratas, no como esta vacilada) han dejado la vida para entregarnos a todos un país de leyes e instituciones.
La famosa sobrerepresentación es el mejor ejemplo de como vivimos una democracia a modos. Ustedes y yo, fuimos y colocamos nuestro voto en las urna pero, en esa maldita interpretación de las leyes que tenemos en este país, y, basándose en el hambre de poer del megalómano de AMLO de eregirse en la historia como un presidente que hizo «El cambio» hoy, el partido en el poder tendrá TODO, para cambiar la constitución como quiera.
«…Yo por eso me quejo y me quejo porque aquí es donde vivo y yo ya no soy pendejo, que no watchas los puestos del gobierno hay personas que se están enriqueciendo…»
Y para muestra bastan muchos botones, incluso muchos qué, a pesar de lo chocante de las comparaciones, son tan reales que solo que nos cuesta mucho verlas a larga distancia.
“Fue Hugo Chávez, no el héroe de la independencia, Simón Bolívar quien liberó finalmente a Venezuela de la tiranía imperialista“, se lee en uno de los libros de historia moderna de Venezuela que distribuye el régimen venezolano a los más de 6 millones de niños que estudian en las escuelas públicas del país.
Juan Maragall, Ex Secretario de Educación del estado Miranda, denunció para 2014 que el régimen venezolano se encontraba haciendo grandes esfuerzos por tratar de redefinir los hechos históricos venezolanos con una tendencia ideológica.
Los primeros libros “modificados“ por el régimen llegaron a manos de los niños a mediados del 2011, pero su masificación ocurrió justo luego de la muerte de Hugo Chávez. En los libros se coloca a Chávez, en un pedestal inalcanzable, incluso para el mismo Simón Bolívar.
Tomás Straka, historiador y profesor venezolano, siempre ha colocado sobre la mesa la importancia del cómo y el por qué, Hugo Chavez se colocó como una piedra angular de los cambios históricos de un país que regresó en el tiempo.
“Venezuela ha tenido tantas constituciones por dos cosas con una sola raíz. La primera, es una cierta inconformidad con el funcionamiento del estado y como marchaba el orden de la República. La segunda, fue la convicción de muchos, de que los problemas se pueden resolver con una Constitución. Es decir, proclamando unos principios y un nuevo orden legal”, dijo el historiador.
La primera Constitución de la República de Venezuela es la de 1811. La nueva se proclamo en 1961, que surgió de un gran acuerdo político entre gobierno y sociedad y la que rige hoy el país, la de 1999 dio inicio a la quinta República y que Hugo Chávez la trató de cambiar en varias ocasiones, porque sus ambiciones ya no tenían límites hasta que lo logró.
Y es que los mexicanos poco entendemos de historia, somos un país tan grande y lleno de tantas y tantas prerrogativas (algunas incluso fuera de si) que poco nos importan los ejemplos internacionales sobre como la gente en el poder quieren modificar todo para perpetuarse en la memoria del colectivo y no para beneficiar al pueblo en sí.
Por ejemplo, “En el año 2007 la Constitución se intentó cambiar con una reforma. La mayor parte del pueblo chavista, pensaba que Chávez era una opción democrática y nunca pensaron que iba a cambiar la Constitución. Hoy en día estamos en una situación que ya habíamos vivido en otros momentos, donde hay un ordenamiento constitucional, que está presente y que se usa de forma adaptable a las necesidades del líder del régimen”, destacó el historiador Tomás Straka que afirma que las reformas a la constitución propuestas por el poder desmedido, siempre serán para satisfacer intereses personales y corromper la institucionalidad, nunca para favorecer al pueblo.
«…que nos llevan por donde les conviene y es nuestro sudor lo que los mantiene, los mantiene comiendo el pan caliente y ese pan es el de nuestra gente…»
Hoy, en la legislatura que entrará en funciones en 2024, Morena y aliados tendrán una sobrerepresentación manipulada por el gobierno de AMLO. El artículo 54 de la Constitución y de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, ponen dos límites a la sobrerrepresentación:
- En ningún caso, un partido político podrá contar con un número de diputados por ambos principios que representen un porcentaje del total de la Cámara que exceda en ocho puntos a su porcentaje de votación nacional emitida.
- Ningún partido político podrá contar con más de 300 diputados por ambos principios.
Y es que en esas maromas que hicieron Morena y aliados tendrán 236 curules, el Verde a 77 y el PT a 51; es decir, sumarían juntos 364 curules; suficiente para alcanzar la mayoría calificada, que en la Cámara baja que requiere de 336 votos. Con ello, podrían aprobar cualquier reforma a la Constitución algo que ya se plancha como una legislatura que será una coladera para concentrar todo el poder en un solo personaje: El presidente de México (o la presidente en este caso)
A pesar de que vivimos por más de 70 años gobernados por el autoritarismo priista, es momento que los mexicanos reflexionemos sobre el débil concepto que tenemos de democracia y la forma en como permitimos que una beca, una tarjeta o una simple promesa nos hace entregar todo a cambio de nada en un país que de forma interna y externa se encuentra hecho un caos político y económico y que advierte un nuevo sexenio complicado, pero no para ellos, sino para nosotros que nos encontraremos maniatados, indefensos y con un cuchillo en el cuello que la «mayoría» nos coloco y esa misma «mayoría» defiende.
Y sí, se que ahora usted dirá: «Esto también antes pasaba» y claro que sí, nadie lo ha negado jamás, pero, ¿recuerdan la «Roqueseñal?»
Roque Villanueva se hizo famoso por la señal hecha el 17 de marzo de 1995 y nombrada popularmente como la “Roqueseñal”, con la cual celebró el aumento del 50 por ciento al Impuesto al Valor Agregado (IVA) en la Cámara de Diputados, al ser aprobado con la mayoría del PRI, del cual, era líder de la bancada, sí, leyó usted bien…¡MAYORÍA! algo que al parecer, no hemos entendido de una forma muy lastimosa. El poder necesita contrapesos, necesita ser observado, necesita un freno.

El principio de la democracia es un sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce directamente o por medio de representantes es una forma de sociedad que reconoce y respeta como valores esenciales la libertad y la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y escoger a alguien que nos represente para que, basados en lo que todos nosotros queremos, vayamos a mejor puerto, y hoy solo vamos a un naufragio de ideas y conceptos envueltos en un mercadeo de votos llamado cuarta transformación
«…somos pobres nos manejan mal…»
Quien iba a decir que una letra de Molotov retrataría tan bien a AMLO y compañía en un país priista.
Y eso es muy pinche lamentable
Hasta la próxima


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