El alumno superó al maestro. La investigación por un fraude multimillonario al erario tiene como punto de partida, como siempre, la Secretaría de Salud de Veracruz.
Por Edel López Olán (Permanencias Voluntarias)
Veracruz ha sido una tierra fértil de ladrones y cínicos. Pero no, no se me enoje mi querido lector, no hablo de todo ese gran y enorme pueblo veracruzano lleno de personas trabajadoras y alegres hasta la entraña, me refiero a esa clase de personas que hoy, sean del color que sean, han demostrado ser las peores escorías en cuanto a veracruzanos se refiere: La clase política.

La administración morenista de Cuitláhuac García Jiménez llegó al gobierno del estado después de un tsunami llamado Andrés Manuel López Obrador. Aunque a muchos de sus «amigos» y «defensores» les moleste, el gobernador morenista no llegó ahí por ser un gran académico o un estratega político excepcional, no, García Jimenez llegó ahí por ser el lamebotas de un megalómano sin pudor que lo subió al podio de la mano de personajes desdeñables como Cuautémoc Blanco o Layda Sansores. (Si es que eso puede ser llamado nivel)
Pero en fin, estuvo seis años vociferando sobre la cuarta transformación y todas esas «ideas» extrañas del gobierno federal que de alguna forma lavaron el cerebro a miles de veracruzanos entre ideas «revolucionarias» que tenían de punta de lanza (en un mundo ideal) algo que ni de oídas conoció el gobierno de García Jimenez: La austeridad.

Y es que mientras en los hospitales de Veracruz no existía recurso ni para un paquete de hojas, el gobernador se paseaba por la entidad a bordo de 12 camionetas suburban y un contingente digno de cualquier jeque árabe. Obviamente los votantes no entendieron que la austeridad era para ellos, los que aportan, los que votan, los que creen ciegamente (aun no entiendo por qué) en un político que solo promete sin ideas claras ni experiencia.
Es aquí donde es importante recalcarle una frase muy triste pero cierta:
«Un pueblo que no conoce de historia está condenado a repetirla»
Del 2010 al 2016 Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) y la Auditoría Superior de la Federación, presentíó 120 denuncias en contra de Javier Duarte de Ochoa, si, ese mismo de la abundancia.
Para el 2017, la Auditoría Superior de la Federación contabilizaba 45 Denuncias de hechos derivadas de la fiscalización de la Cuenta Pública del 2011 al 2015 por 17 mil 796 millones de pesos. Ese monto equivale al presupuesto de los 212 municipios por un periodo de entre cinco y seis años
Las denuncias incluyen el pago de recursos millonarios a empresas fantasmas o fachada que salieron de dependencias como la Secretaría de Desarrollo Social; de la de Finanzas y Planeación; y Comunicación Social por más de 2 mil 300 millones de pesos. Entre 2015 y 2016 el gobierno de Veracruz desvió más de 7 mil millones de pesos a diferentes espacios y empresas y hasta la fecha no se sabe cuál fue el destino del recurso.
Otras carpetas de investigación están relacionadas con el uso de casi 3 mil millones de pesos que se tomaron de la reserva del Instituto de Pensiones del Estado (IPE), todas estas irregularidades que se detectaron gracias a una labor de organismos públicos descentralizados (Sí, esos mismos que Morena ya eliminó…¿Extraño, no?)
En septiembre del 2017, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) presentó una serie de informes por entidad federativa, le daba seguimiento al dinero que se destinó a las entidades y que no tenía claro cómo se gastó. Ahí se destacó que del 2011 al 2016 el gobierno de Veracruz tenía pendiente de solventar el ejercicio de 53 mil 449 millones de pesos, 10 mil millones menos de la deuda que deja el gobierno de Cuitlahuac García Jimenez que, según el ex secretario de finanzas José Luis Lima Franco, pesa sobre el estado por 65 mil 801 millones de pesos, dejando únicamente 10 mil millones de pesos en las arcas pues para lo que se ofrezca.
Cabe mencionar que 53 mil millones de pesos, es la tercera parte del recurso que se gasta en la actualidad el Gobierno del Estado, por lo tanto, a pesar del cacareo de que la deuda disminuyó, el gobierno morenista de Cuitlahuac García dejó en peores condiciones a uno de los estados «más ricos» del país.
Y es que a pesar de tanta palabrería y gritos al por mayor sobre no ser corruptos y seguir las «enseñanzas» de su tlatoani (bueno, pensándolo bien si le aprendieron bastante sobre el cinismo y el robo) el gobierno morenista dejó una larga listas de pendientes en su camino.
El desvió de 5 mil millones de pesos mediante el mismo esquema de Javier Duarte sobre la creación de empresas fantasma, benefició a 227 empresas que afectan a varios sectores como salud, educación y desarrollo social.
Todo los contratos del gobierno de Cuitláhuac García se entregaban bajo el concepto de Adjudicación directa a domicilios particulares en colonias populares que evidentemente no son empresas que facturan más de 15 millones de pesos al año.
Dimaq de Xalapa SA de CV; Abastecedora de Insumos y Equipos Comerciales S. de RL de CV; Aguas Minerales de los Tuxtlas SA de CV; Distribuidora Biotecpharma S. de RL de CV, y Phono & Medical SA de CV, las cuales comparten la característica de tener direcciones fiscales en domicilios particulares, estas compañías, según los informes, fueron creadas en su mayoría entre 2019 y 2022, período que coincide con la administración de García Jiménez.
Poco a poco, el morenista se percató que el libro de texto dejado por Duarte de Ochoa era el perfecto para desviar recursos (si, como lo hizo por seis años con Unidos Todos) sin que nada ni nadie pudiera detectarlos. La creación de estas empresas le permitía redirigir contratos sin controles, con prestanombre e incluso beneficiarios de programas sociales que fungían como representantes legales de dichas empresas facilitando la extracción de recursos de todos los veracruzanos mientras tanto, Veracruz tuvo en la pandemia uno de las peores coberturas al Covid-19 mientras los veracruzanos observaban al mismo gobernador que se burlaba de los pacientes con cáncer por que, según él, querían desestabilizar a su gobierno quejándose por la falta de medicamentos que cínicamente eran usados por el deprorable mandatario mientras, como Juan Escutia, se envolvía en la famosa frase «Pero ellos hicieron más» refiriendose al fraude a la salud por parte de Fidel Herrera y sus famosos tratamientos con agua a pacientes con cáncer.
De las 227 empresas fantasma detectadas, un total de 52 han sido utilizadas por la Secretaría de Salud, siendo esta dependencia la principal fuente de adjudicaciones para las empresas investigadas y que reportan recursos por 5 mil millones de pesos entre ellos la famosa maestra de secundaria en Poza Rica, Araly Rodriguez que tiene una empresa que factura 100 millones de pesos sin ningún tipo de documento que la acredite como proveedora de servicios ni infraestructura para poder cumplir con los lineamientos de la ley de adquicisiones, vaya, un «regalo» más de la cuarta transformación.
En la pandemia de Covid-19 se adjudicaron 60 millones de pesos vía 31 adjudicaciones directas para compras de insumos y equipo médico, mismos que nunca llegaron a hospitales, clínicas y centros de salud del estado.
Y para ejemplos tenemos demasiados, en el hospital de Xalapa, Luis F. Nachón, se giró una orden, con fecha del 22 de marzo del 2023, para suspender las cirugías y la consulta externa por la situación del servicio de anestesiología, de igual manera, denunciaron que en los hospitales del Sector Salud de Tarimoya y Boca del Río no cuentan con oftalmólogos y en el Hospital de Alta Especialidad de Veracruz, de 6 oftalmólogos que tenían, solo quedan tres para la consulta general, pues 2 de ellos se jubilaron y uno más falleció, todo un caos el sector salud, pero, con bombo y platillo, la actual gobernadora Rocío Nahle inaugura hospitales como tiendas Oxxo, todos ellos sin recursos para trabajar (Los hospitales, no los Oxxos)

Pero tal cómo pasó con los Yunes en esta nueva alianza con la Cuarta Transformación, hoy Cuitláhuac García Jiménez se encuentra cobijado por la presidenta de México y él, fiel a su estilo cobarde y evasivo, se refugia bajo la falda de la presidenta mientras debe a los veracruzanos todo, desde explicaciones hasta dinero mientras, de una forma paradójica, sigue diciendo que los de antes hicieron más, los de antes olvidaron más y los de antes robaron más, refiriéndose a los Yunes (¿A poco la política mexicana no es estúpida y extraña?), digo, por que al igual que AMLO, Cuitlahuac García olvido la gestión priista de Fidel Herrera y Javier Duarte, que fueron sus maestros en el agandalle y probablemente, sus mecenas.
Y eso, eso es muy pinche lamentable.
Hasta la próxima.


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