La periodista italiana se ha convertido en un nuevo eslabon en la lucha por la libertad de expresión

La periodista italiana detenida en Irán en diciembre por haber cometido «delitos contra las leyes de la República» ha sido liberada y ya se encuentra rumbo a Roma.

La excarcelación de Cecilia Sala fue anunciada por el gobierno italiano, que la atribuyó a «un intenso trabajo a través de canales diplomáticos y de inteligencia».

El pasado 27 de diciembre, el gobierno italiano anunció el arresto de Sala, de 29 años y a los pocos días, Teherán confirmó la noticia.

La periodista, que conduce uno de los podcast de noticias más populares en Italia, había viajado a Irán a realizar una reportería para un programa.

De acuerdo a lo señalado por el gobierno italiano, Sala fue arrestada el 19 de diciembre, el día anterior a su viaje de regreso a Roma.

La aprehensión de la comunicador se produjo tres días después de que las autoridades italianas detuvieran en Milán a un ingeniero iraní, bajo sospecha de suministrar al régimen de los ayatolás tecnología para drones militares.

En un comunicado, la primera ministra italiana, Georgia Meloni agradeció a «todos aquellos que han contribuido a hacer posible el regreso de Cecilia».

Contentos y aliviados

La mandataria se ha comunicado personalmente con los padres de Sala, a quienes les informó que ella abordó un avión que la llevaría este miércoles a Roma, reportó la agencia de noticias Ansa.

«Hablé con ella y me dijo ‘te veré pronto’, estaba emocionada y muy contenta», declaró la pareja de la comunicadora, el también periodista Daniele Raineri.

Sala, quien vive en Roma, comenzó a trabajar como periodista freelance para varios medios en 2015.

En la actualidad hace reportajes especialmente para el diario «Il Foglio’, y también conduce su podcast donde trata temas de actualidad.

De hecho, los últimos tres episodios del podcast -llamado «Stories» y que tiene casi 700 episodios y decenas de miles escuchas en Spotify- habían tratado la historia de Zeynab Mousavi, una famosa comediante iraní que se encuentra tras las rejas.

Según Chora Media, quien produce «Stories», Sala salió de Roma hacia Irán el 12 de diciembre con un visado de periodista válido y había realizado varias entrevistas y producido tres episodios de su podcast.

Su idea era regresar el 20 de diciembre. Pero el día anterior su «celular fue silenciado».

Sala también ha cubierto la caída de Kabul (Afganistán) a manos del Talibán, la crisis de Venezuela, la guerra en Ucrania y el conflicto entre Israel y Hamás.

Habitualmente es invitada a los programas de entrevistas para hablar temas de geopolítica, lo que le ha hecho ganar más de 500.000 seguidores en Instagram.

Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, la captura de Sala fue la respuesta al arresto por las autoridades italianas del ingeniero iraní Mohammad Abedini Najafabadi.

Abedini, quien de acuerdo a EE.UU. consiguió tecnología militar para el gobierno de Teherán y tenía una orden de captura internacional, fue aprehendido días antes en la ciudad de Milán.

Las autoridades de EE.UU. aseguraron que con el arresto de Sala Teherán buscaba un intercambio de presos.

Por su parte, las autoridades iraníes negaron cualquier conexión entre ambos casos.

«La periodista italiana fue detenida por violar las leyes iraníes, mientras que, por el contrario la medida adoptada por Italia y EE.UU. contra Abedini es una especie de toma de rehenes», dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Esmail Baghaei.

Con dos sábanas

Los familiares de Sala habían informado que la periodista fue enviada a la prisión de Evin, lugar que ha sido objeto de denuncias por violación de derechos humanos desde hace más de una década, donde habría permanecido en una celda de confinamiento.a una celda de confinamiento inmediatamente después de ser arrestada.

En declaraciones a medios locales, los padres de Sala habían denunciado que en una conversación telefónica la periodista les relató que «solo tenía dos sábanas: una para dormir y otra para protegerse del frío».

También señalaron que «le estaban dando comida a través de una rendija en la puerta, que le habían confiscado las gafas de lectura y que en su celda había una luz de neón encendida todo el día y toda la noche».

La prisión de Evin, donde estaba recluida, ha sido el lugar de encarcelamiento de figuras prominentes de la oposición al régimen iraní.

Una de ellas es Narges Mohammadi, premio Nobel de Paz 2023, quien ha estado en prisión desde 2021 y que fue dejada en libertad recientemente para someterse a exámenes médicos, ha denunciado los estragos que su paso por Evin han dejado en su cuerpo.

Por su parte el propio gobierno italiano señaló que Abedini no tiene problemas pendientes con la justicia italiana y que está bajo arresto por solicitud de EE.UU.

Washington acusa a Abedini de suministrar piezas electrónicas para drones al Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica (CGRI), lo que provocó la muerte de tres soldados estadounidenses.

Actualmente, Estados Unidos busca la extradición de Abedini desde Italia. El caso se debe resolver en los próximos días.

Texto original: BBC