El asesinato de dos niños en Culiacan, Sinaloa se ha convertido en otro grito de lucha de una guerra sin honor.

Por Edel López Olán (Permanencias Voluntarias)

El gobierno dice que todo está bien…

El crimen organizado debate el punto…

Todos vivimos aterrorizados…. ¿o no?

México aunque el Gobierno Federal no lo reconozca. Los Cárteles de la Droga han tomado el control de las calles y en su reestructuración por abatimientos o capturas, los que siempre quedan en medio de los balazos, son todas las víctimas inocentes de una guerra sin sentido.

Un auto común. Una familia que regresaba a su domicilio se topó de frente con la peor pesadilla que puede ocurrirle a una persona en la calles de la ciudad. Un grupo de hombres armados amagaron con armas de fuego a Antonio Sarmiento, un notario público de 41 años que iba con sus hijos a su domicilio. Ante la negativa a detenerse los hombres detonaron sus armas ante la sorpresa de todos en el vehículo. Metros más adelante los atacantes les cerraron el camino y volvieron a detonar sus armas asesinando a Gael y Alexander, hijos de Antonio con 9 y 12 años respectivamente.

La versión de la Fiscalía: Les dispararon por tener vidrios polarizados. (Sí, está usted autorizado a hacer coraje)

La historia se convierte en una más de la que escuchamos todos los días en este país. Pero, la profundidad de los mensajes en su muerte es aun más preocupante y es digno de análisis.

El pasado lunes, minutos después de tomar posesión como presidente número 47 de los Estados Unidos, Donald Trump dio el manotazo en la mesa en uno de los temás más preocupantes para la agenda de México y la región: Declarar a los cárteles de la droga como grupos terroristas.

La implicación del caso es muy preocupante por qué, a pesar de que muchos aseguran que es lo que necesitamos (obviamente ignoran las consencuencias de una declaración así) el territorio nacional se verá inmiscuido en una serie de situaciones más graves que solamente una incursión armada (que podría o no suceder)

La captura de «El Mayo» Zambada reestructuró de forma peligrosa los cárteles de la droga en la región. Su juicio y toda la información que derive de el, podría colocar en la mira a decenas de laboratorios de droga, cabecillas, rutas de entrada y salida de los Estados Unidos y sobre todo, mucha información sobre las situaciones financieras del cártel, mientras tanto, en Culiacán, la guerra entre «Los Chapitos» y «Los Mayos» ha convertido a la ciudad en una zona de guerra qué, debemos reconocerlo, a pesar de los esfuerzos del gobierno federal por contenerlo, siguen golpeando a la sociedad por más de 100 días.

Tras la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2016 y su extradición a Estados Unidos en 2017, sus hijos Iván Archivaldo, Jesus Alfredo, Ovidio y Joaquín conformaron una facción dentro del Cártel de Sinaloa denominada “Los Chapitos”, con la que aumentaron su presencia en Sinaloa, varias entidades del país y diversas ciudades de Estados Unidos.

Los Mayitos y/o La Mayiza es una organización dentro del Cártel de Sinaloa conformada por los hijos de Ismael “El Mayo Zambada: Vicente “El Vicentillo”, Serafín, Ismael “Mayito Gordo” y Jesús “El Rey” Zambada. Esta facción del Cártel de Sinaloa, con presencia principalmente en esa entidad, también está integrada por narcotraficantes y sicarios afines tanto al «Mayo» como a los hijos del narcotraficante.

Algunos miembros de la familia Zambada han sido detenidos, sin embargo, diversas negociaciones con autoridades estadounidenses en los juicios contra Joaquín “El Chapo” Guzmán y el exmando policial mexicano, Genaro García Luna, resultaron con beneficios de reducción de condenas o hasta libertades anticipadas.

Esa guerra interna, se ha convertido en el epitafio de una región ante la mirada de un gobierno que asegura que «No pasa nada» ante la sorpresa de todos.

Ahora… ¿Realmente el Crimen Organizado en México son grupos terroristas?

La disyuntiva en México es muy grande más allá del nacionalismo ramplón de muchos correlegionarios de Morena, AMLO y Sheinbaum y (desafortunadamente) muchos ciudadanos que aseguran que «defenderan» el territorio mexicano. Muchos mexicanos viven sumidos en un terror más allá de la «percepción» de seguridad que existe en las cifras oficiales del gobierno. Regiones enteras, controladas por el crimen y amenazadas veladamente por gente del cártel, son el mejor ejemplo de todo lo que se vive en este país.

Una ley de 1996 le posibilitó a EE.UU. crear una lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO, por sus siglas en inglés) y establecer mecanismos de persecución y sanciones específicas para las entidades incluidas en ella la cual, hasta el momento, la integran 75 grupos y personas físicas, que van desde las yihadistas Al Qaeda y Estado Islámico, pasando por la palestina Hamás, hasta las FARC y el ELN en Colombia y Sendero Luminoso en Perú y ahora los cárteles de la droga en México y sus derivaciones.

Para ser designadas como tales, las entidades deben cumplir tres criterios: ser extranjeras, participar en actos de terrorismo o tener la intención de hacerlo, y ser «una amenaza para la seguridad de los estadounidenses o para la defensa, las relaciones exteriores o los intereses económicos de EE.UU.».

En el caso de los carteles la idea lleva años sobre la mesa, a pesar de que no encajen en la descripción tradicional de grupos terroristas, pero hoy, Trump asegura que hizo una excepción por la gran cantidad de muertes por Fentanilo en Estados Unidos.

En septiembre de 2022, el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott emitió una órden ejecutiva con ese objetivo y dio instrucciones al Departamento de Seguridad Pública del estado que multiplicara sus esfuerzos para proteger a los texanos de la «crisis del fentanilo».

En el 2024, 21 fiscales generales republicanos le pidieron al entonces presidente, Joe Biden, que ordenara la inclusión de las organizaciones mexicanas dedicadas al narcotráfico en el listado, algo que fue ignorado por las implicaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos.

Hoy, la nueva administración de Trump ha decidido apretar por todos lados a los cárteles de la droga. Al cerrar la frontera de forma «hermética» y comenzar a presionar las finanzas de los cárteles gracias a su designación como grupos terroristas, es algo que debe preocuparnos más a los mexicanos cerca y lejos de la frontera.

El lunes, después de la firma del decreto, un periodista le preguntó al presidente Trump mientras firmaba órdenes ejecutivas en el Despacho Ovala si la designación de los carteles como «organizaciones terroristas» allanaba el camino para una operación militar de EE.UU. en México.

«Es posible. Cosas más raras se han visto», le contestó el mandatario.

Y es qué, como una Hydra, los cárteles de la droga en México se han convertido en un enemigo impresionante que puede convertirse en otra guerra sin cuartel. Según Juan Pablo Spinetto, periodista e internacionalista de Bloomberg, Donald Trump puede arrepentirse de tratar al narco como terroristas.

En México el crimen organizado a permeado en todos los espacios, las bandas ya operan en más del 70% del territorio del país, según los cálculos de la firma de gestión de riesgos Control Risks. La extorsión está muy extendida y la penetración de los cárteles tanto en la economía formal como en el sistema político es significativa. Cualquiera que tenga contactos con narcos, a sabiendas o no, podría ser acusado de colaborar con terroristas, desde los productores de aguacate en Michoacán que pagan para sobrevivir hasta la industria armamentística estadounidense que ha estado vendiendo armas a criminales eso aunado a que los bancos tienen una dificultad tácita de distinguir negocios legales de los ilegales por la sistematización del lavado de dinero del mismo narcotráfico, no es tan fácil como parece, Trump lo sabe y se ha jugado una carta muy complicada en ese sentido.

Ahora, ante la falta de acción del gobierno mexicano por complicidad, los únicos que están sufriendo todo esta situación somos todos los mexicanos que no entendemos que pasa y, paradójicamente, vivimos aterrorizados por los más de 300 mil desaparecidos y los 100 días de guerra en Culiacán y en diferentes partes del territorio, terror provocado por el narco, terror que ha sido apapachado por el gobierno, terror sin escala que hoy, tiene una mediana solución en las designaciones de Trump a lo cual debemos agregar la amenaza de Nemesio Oceguera «El Mencho» líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) de librar la madre de todas las batallas si quieren «entrar» por él.

Y en medio de las balas, están Gael y Alexander, como ese símbolo de un estado fallido en medio de dimes y diretes de los poderosos que solo les importa el dinero, el control y el terror.

Y eso… Eso es muy pinche lamentable

Hasta la próxima.