La astronauta asegura que ya tiene varios problemas en sus sistema por su estancia en el espacio.

Sunita Williams, de 59 años, y su compañero Barry Wilmore, de 62, despegaron el 5 de junio de 2023 en la cápsula Starliner de Boeing, con la intención de permanecer en la ISS por solo ocho días. Sin embargo, fallos técnicos en la nave—fugas de helio y mal funcionamiento de los propulsores—hicieron que su regreso se volviera inseguro.

La NASA decidió entonces que la mejor opción para traerlos de vuelta era SpaceX Crew-9, la nave actualmente acoplada a la ISS. Sin embargo, este plan dependía del lanzamiento de Crew-10, que debía llegar antes de que Crew-9 pudiera regresar a la Tierra. Esto ha retrasado su vuelta hasta finales de marzo, extendiendo su misión a más de ocho meses.

¿Cómo afecta la microgravedad al cuerpo humano?

Durante su estancia prolongada en la ISS, Williams admitió haber perdido la capacidad de caminar, una consecuencia conocida de las misiones de larga duración en microgravedad.

En una videollamada con estudiantes de Massachusetts, dijo: «He estado aquí el tiempo suficiente que ahora trato de recordar cómo es caminar. No he caminado, no me he sentado, no me he acostado.»

Esta condición es común en los astronautas tras largos periodos en el espacio. La falta de gravedad debilita los músculos y reduce la densidad ósea, ya que el cuerpo no necesita sostenerse ni moverse de la misma forma que en la Tierra.

Para mitigar estos efectos, todos los astronautas de la ISS siguen un régimen diario de dos horas de ejercicio, que incluye:

• Caminadora con arneses para simular la gravedad
• Bicicleta estática para mantener la resistencia cardiovascular
• Entrenamiento de fuerza con máquinas de resistencia

Sin embargo, incluso con este entrenamiento, el cuerpo sufre deterioro muscular y óseo. Según la NASA, los huesos que soportan peso pueden perder hasta un 1% de densidad ósea por mes en el espacio.

Fuente: Gizmodo