A pesar de ser el eslogan de la 4T, Pemex se ha convertido en un problema de proporciones titánicas imposible de rescatar.
Por Edel López Olán (Permanencias Voluntarias)
El populismo tiene una forma muy sencilla de trabajar: Tomar una idea básica, sin contexto que afecte a la población y maxificarla a base de mentiras para crear una idea con consciencia social, y precisamente eso fue lo que hizo Andrés Manuel López Obrador con el petróleo, la gasolina y PEMEX.
La «empresa productora del estado» fue creada en junio de 1938 por el Presidente Lázaro Cárdenas como resultado de la expropiación petrolera de manos extranjeras y se convirtió en la punta de lanza para el avance del país que hoy, fue una caja chica que cada trimestre se empequeñece más.
La crisis financiera y de proveedores se ha convertido en un tema importante en los últimos años, los gobiernos priistas y panistas sentaron las bases para qué, en una paradoja impresionante, sea la cuarta transformación la salvadora de un niño ahogado y olvidado, pero no fue así, las pérdidas al cierre del tercer trimestres del 2024 fueron de 430 mil millones de pesos, la más grande en 13 años. La crisis es tal, que hoy, ciudades enteras como Ciudad del Cármen, Campeche, tiene una grave crisis gracias a la falta de pagos de la paraestatal que asciende ya a 402 mil millones de pesos y 97 mil millones de pesos a proveedores.
En 2024, la Secretaría de Hacienda anunció que está buscando un consorcio de bancos para pagar las deudas de Pemex con proveedores de servicios, empresas SLB y Halliburton cancelaron, por ejemplo, las tradicionales fiestas navideñas y posadas de sus empleados ante la falta de liquidez para sufragara dichos gastos.
En otro sentido compañías como La Latina, de Adolfo del Valle, han dejado de pagar a tiempo la nómina de sus colaboradores hasta que reciban pago, en tanto, la empresa Paratus Energy Services, que maneja a Seamex Holdings, también dejó de operar una de sus plataformas de perforación en el Golfo de México debido al adeudo.
Este avance en deudas por años se ha convertido en un lastre para una de las mayores «empresas productoras» de México y que hoy, gracias a reformas fallidas y complicadas, se ha convertido en un botín político para muchas campañas.
La «fallida» reforma de Enríque Peña Nieto en 2013 donde se permitió que la inversión privada fuera la responsable de la extracción de hidrocarburos y generación de energía, fue muy criticada por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador que aseguró en el 2018, subir la producción de hidrocarburos en un 44% con su «visión» de cambio de la paraestatal. AMLO aseguró que bajo su administración la producción de petróleo pasaría de 1.8 a 2.6 millones de barriles diarios y produciría en Dos Bocas (proyecto fallido de la 4T) entre 300 y 400 mil barriles de gasolina al día.
Pero para alguien que reprobó economía en la universidad, es muy complicado que se entienda la frialdad de los números.
Por ejemplo, Estados Unidos es el principal productor de petróleo del mundo, incluyendo gasolina, y en 2024 representó más del 20% de la producción global. Dentro de los principales productores de petróleo en 2024 fueron Estados Unidos con 13,295,000 barriles por día, Arabia Saudita con 8,950,000 barriles por día, Rusia con 10,126,000 barriles por día y Canadá con 4,971,000 barriles por día. La compra por parte de México de la refinería Deer Park, que produce al día de hoy 305 mil barriles diarios de combustibles y que son, aunque a la cuarta transformación le incomode, parte de la producción de Estados Unidos, no de México.
Cuando iban a aprobar la reforma energética, ahí está el testimonio, llegaron a decir que para este año, el 2018, se iban a estar extrayendo 3 millones de barriles, y se están extrayendo 1 millón 500,000. Fue un vil engaño. Tenemos que intervenir; ya no vamos a buscar culpables”,
AMLO
Pero, como en toda su administración, AMLO demostró que no es lo mismo ser borracho que cantinero. Con López Obrador, la producción de Pemex contribuyo en un 70% menos que con Enrique Peña Nieto.
De acuerdo con los cálculos de Francisco Barnés, el sexenio pasado Pemex reportó pérdidas por 1.3 billones de pesos. El Pemex de López Obrador perdió prácticamente lo mismo en sus primeros tres meses. Otro punto, por ejemplo, es la recaudación de la paraestatal que con López Obrador llego a 1.65 billones de pesos cuando con Peña Nieto llego a 2.53 billones en contribuciones.
Cómo un buen «animal político» AMLO siguio lucrando con esa gallina de los huevos de oro (que no lo es) de Pemex y en 2019, lanzó el slogan: «PEMEX, por el rescate de la soberanía» cambiando su imagen corporativa y demás, algo qué, para muchos expertos, solo era curar una fractura con una curita.
La perdida neta de Pemex en el último trimestre de 2024 se elevó 620 mil millones de pesos es uno de los mayores saldos negativos de la paraestatal en 13 años, donde, solo en el cuarto trimestre del 2024 tuvo una perdida en pasivos de 190 mil millones de pesos, ascendiendo su deuda a 97 600 millones de pesos, un caos total.
Con el gobierno de Sheinbaum la estrategia de saneamiento en las finanzas de Pemex pasará también por una reducción en su carga fiscal con una tasa del 30% sobre el valor de la extracción de hidrocarburos, prevista en la reforma a la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos. A diferencia del sexenio anterior, Sheinbaum aseguro que su administración está abierta a implementar proyectos mixtos, con privados, para elevar la producción de crudo a 1,8 millones de barriles diarios o llegando al punto que AMLO tanto repudió y que hoy se convierte en una solución y semisolución: La privatización, con el objetivo que otros realicen el trabajo pesado mientras, con una buena administración y no como la de los sátrapas que han estado administración la paraestatal, incluidos los de la 4T. El gobierno de Claudia Sheinbaum necesita dar un giro de timón en proyectos faranoicos como Dos Bocas que costó 20 mil millones de pesos y solo está procesando 17.5% de su capacidad, mientras lidia (también) con deudas a proveedores y prestadores de servicios.
Bajo este panorama y con una estructura obsoleta PEMEX es un agujero negro en una soberanía de papel
«El petróleo es nuestro» dijo el General Lázaro Cárdenas al momento de expropiarlo en 1938, y es tan nuestra, que no sabemos que hacer con el.
Y eso, eso es muy pinche lamentable.
Hasta la próxima.


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