Son muchas las bandas del Heavy Metal. Estigmatizadas, siempre mal vistas pero con millones de seguidores por todo el mundo, hoy, han dado un paso muy grande en el mundo de la psicología en el control de ira.

Leah Sharman y Genevieve Dingle, especialistas en psicología de la Universidad de Queensland, en Australia, descubrieron que a pesar de todos los mitos, el escuchar este tipo de música tiene un efecto contrario al que siempre se ha pensado, pues, ¡causa relajación!. Sí, efectivamente, En el estudio, los doctores contaron con 39 voluntarios, de 18 a 34 años de edad. Los voluntarios fueron incitados a recordar situaciones de ira y se irritaron. Luego, escucharon sus listas musicales favoritas. Los voluntarios que escucharon heavy metal se calmaron y procesaron su ira mejor que aquellos que no escucharon tal música.

«Escuchar música extrema puede representar una forma saludable de procesar la ira», indicaron los especialistas en el estudio. Los voluntarios volvieron a estar en calma, como si hubieran estado sentados en una silla sin haberse irritado antes.

«Los fanáticos de la música extrema escuchan música cuando están enojados para que coincida con su enojo y para sentirse más activos e inspirados», señalan Dingle y Sharman como conclusión. «Escuchan música para regular la tristeza y potenciar las emociones positivas».

En torno a esta misma temática, un nuevo estudio, a cargo de los especialistas Paula Rowe y Bernard Guerin, fue publicado en Journal of Community Psychology. En el estudio, los investigadores tomaron a 28 jóvenes australianos, de entre 18 y 24 años, identificados con el metal, con los cuales mantuvieron conversaciones informales reiteradas veces.

De acuerdo a los investigadores, todos los jóvenes habían sido marginados o intimidados en la escuela y comenzaron a disfrutar del metal a través de su enojo o resignación. Por otra parte, los jóvenes indicaron haber encontrado en el metal una comunidad protectora, e incluso una forma de enfrentar a compañeros violentos y mantenerlos a raya.

Los especialistas indican que esas cuatro características conforman la «identidad metalera». Como ellos mismo señalan en el resumen del estudio, la identidad metalera les permitió a los voluntarios «sobrevivir al estrés de ambientes desafiantes». A través de la construcción de «identidades y comunidades fuertes y sostenidas», los jóvenes alivian «cualquier posible problema de salud mental».

Fuente: ABC salud