La guerra contra el narcotráfico ha llevado a México a una realidad que solamente pensábamos en películas o novelas policiacas. Una de estas historias, de esta inclemente cifra que aumenta y aumenta es las fosas clandestinas.
Alejandra Guillen, Mago Torres y Marcela Turati, recopilaron en su libro ¿A dónde van los desparecidos? los datos de más de 2 mil fosas clandestinas (las que se conocen) donde el hallazgo de cuerpos humanos ya no sorprenden a nadie en un país resilente.
El trabajo realizado con el apoyo del Laboratorio de Investigación Periodística y Open society Foundations, arroja varios datos y temas muy complicados que el gobierno mexicano ha ignorado y donde la sociedad busca respuesta.
En más de 10 años, se han localizado 1,978 entierros clandestinos y más de 24 entidades federativa, de las cuales, 1,738 personas han sido identificadas con auxilio del soporte informático federal.
El control de la zonas de trasiego de droga, guerra entre bandas rivales y los diferentes cambios a diferentes niveles de la organización, han alimentado por años las fosas clandestinas a lo largo y ancho del país. Por ejemplo, El municipio de Veracruz en Veracruz, en los 11 años de estudio localizó 125 fosas, 290 cráneos. En el predio conocido como Colinas de Santa Fe se han rescatado 22 mil 79 restos óseos. La autoridad no ha podido determinar a cuantas personas corresponden.
San Fernando, Tamaulipas, esta localidad ubicada en un cruce carretero importante de ese estado norestense registró 139 fosas con 190 cuerpos y restos óseos en el mismo periodo.
Los estados que encabezan el número de fosas exhumadas en el lapso estudiado son: Veracruz (con 332); Tamaulipas (280); Guerrero (216); Chihuahua (194); Sinaloa (139); Zacatecas (138); Jalisco (137); Nuevo León (114); Sonora (86); Michoacán (76); San Luis Potosí (65).
En el caso del estado de Morelos, la entidad mantuvo en secreto las fechas del hallazgo de sus 21 fosas, además omitió mencionar en su lista las fosas de Tetelcingo, estos cementerios fueron creados de forma irregular por la propia fiscalía. Fue a ese sitio a donde enviaron cuerpos que deberían haber ido a fosa común hasta 2016, cuando se hizo pública su existencia.
Los estados con más cuerpos contabilizados en fosas son: Durango (497); Chihuahua (391); Tamaulipas (336); Guerrero (325); Veracruz (222); Jalisco (214); Sinaloa (176); Michoacán (132); Nuevo León (119); Sonora (96); Zacatecas (81).
Fuente: The Huffpost


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