En ocasiones la vida es complicada. Muchas veces, a tu edad, sientes que el peso de todo está sobre de ti. No te sientes ni de aquí ni de allá, vives a expensas de lo que todos creen y piensan de ti. Tu inseguridad florece y tus sentimientos más profundos comienzan a salir por todas la grietas de un pequeño corazón que lentamente pierde su capa infantil y comienza a cambiar de piel, pero eso amor mío, es vivir.
La vida te enseñará de muchas formas que tienes solo dos caminos: Tirarte al piso y sufrir o recoger tus sentimientos y caminar
Eso no quiere decir que toda la vida debes y tienes que ser una piedra. No. Debes ser una persona que aprenda a sacar y depurar sus sentimientos y sensaciones, y así, como en una pequeña coladera, comenzarás a quedarte con lo que realmente valga la pena, con tus verdaderos problemas, con tu verdaderos sentimientos.
Crecer duele, y te dolerá muchas veces, pero lo importante es que día a día aprendas, que día a día combatas, que día a día te entregues de una forma real a tus sueños.
Aprende a sonreír y aprende e llorar.
Aprende a secar tus lágrimas y aprende a abrazarte a ti misma
Aprende que hoy, y para siempre, más allá de todos, te tienes a ti misma…
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