12 cuerpos más a la lista. Las cifras de violencia en #Mexico hacen palidecer a cualquier país en guerra. Los muertos se siguen apilando en una grotesca estampa que comienza a tener repercusiones a nivel internacional.
«México es un país peligroso y está cerca de ser un estado fallido» así dicta el #WSJ en una de sus editoriales. «100 deaths a day» Can anyone end Mexico’s drug war?» (100 muertes por día «¿Alguien puede terminar la guerra contra las drogas en México?) es la portada de #TheGuardian. La nula estrategia del gobierno mexicano se ha convertido en noticia de ocho columnas y su incapacidad de reacción preocupa ya al vecino del norte que ofrece una ayuda tardía contra los cárteles de la droga, pero, la soberbia de un estado mexicano rebasado y que se niega a recibir ayuda para combatir un mal que no solo aqueja a México, sino al mundo entero por los altos índices de consumo y distribución provenientes del país comienzan a dictar un epitafio que se escribe desde la época de Calderon, en una guerra que no se soluciona ni con abrazos ni con regaños, sino con bala y sangre, tal y como lo hacen los delincuentes.
Pero, ¿Qué sostiene el crimen organizado en México?¿Cuál es el objetivo de calcinar a niños y bebés sin ningún tipo de escrúpulo?¿Hasta donde llegará esta barbarie?
La ejecución de la familia LeBaron en las inmediaciones de los Estados de #Sonora y #Chihuahua petrificó de nuevo la sangre de un país que ve como bebés son calcinados, niños ejecutados y madres de familia confundidas con sicarios. La opinión pública de inmediato crucifica (con razón) a un gobierno que se dedica a lanzar culpas al pasado (como siempre) que hablar de forma directa del como y el por qué, la #GuardiaNacional desistió el llegar al punto de la tragedia por desconocer el terreno, por falta de comunicación y por no saber si aún existían grupos delincuenciales en los alrededores, sí, la Guardia Nacional y nada, es lo mismo.
Y ya comienza el ataque en contra de los Lebaron; que si son caciques, que si tenían tratos con el crimen organizado, que si hay un pasado político, que si se lo merecían; todo, en un ejercicio mediático para quitarle el peso específico a un gobierno que da palos de ciego mientras las cifras siguen acumulándose frente a sus ojos.
Hoy, #México se sacude las imágenes y declaraciones de un puñado de sobrevivientes de una escena de terror. El gobierno mexicano tiene la obligación de cambiar su estrategia sí quiere hacer frente a organizaciones criminales más organizadas que ellos, por que los muertos se siguen acumulando, la historia sigue cobrando deuda y el país sí se sigue transformando, pero en un gran cementerio.
Hasta la próxima.