Los documentos de Lozoya no son nuevos para la justicia mexicana, así lo aseguró Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

Los sobornos por más de 100 millones de pesos y todos los proyectos donde existía lavado de dinero en diferentes escalas ya se encontraban en manos de la fiscalía, pues era una investigación que ya se realizaba en la antigua Procuraduría General de la República.

La organización obtuvo una serie de cartas firmadas por al menos seis asesores de la campaña de Enrique Peña Nieto, en las que se observan pagos por servicios para proyectos mineros en Sudamérica y no por una consultoría política, señala la investigación. La organización apuntó que las cartas fueron enviadas a Latin America Asia Capital Holding, empresa de Lozoya creada en las Islas Vírgenes Británicas, receptora de los sobornos de Odebrecht. Las cartas mencionadas ayudaron a justificar las transferencias millonarias a los asesores de Peña Nieto, por medio del banco suizo Gonet & CIE; de modo que Lozoya intentó atajar la fiscalización de autoridades mexicanas y suizas, pues el dinero transferido era supuestamente para negocios y no tenía fines políticos, puntualiza MCCI.

Dichos documentos, ya estaban en manos de la antes Procuraduría General de la República (PGR) y estas debieron ser entregadas a la ahora Fiscalía.

Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad afirma que los documentos de las transacciones en favor de asesores de campaña de Peña Nieto fueron solicitados a autoridades de Suiza en septiembre de 2017, cuando Raúl Cervantes era titular de la PGR; estos fueron entregados por Suiza en septiembre de 2018, cuando el titular de la procuraduría era Alberto Elías Beltrán.

Además, la organización puntualiza que el expediente suizo enviado a la PGR contiene una fecha de oficio del 21 de junio de 2012, donde se observa que una empresa fachada del departamento de sobornos de Odebrecht enlista siete transferencias por 3 millones 150 mil dólares, los cuales se habrían realizado durante la campaña presidencial a la cuenta en Suiza de la compañía propiedad de Lozoya.

Fuente: El Financiero