La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) ha externado su preocupación al ver que en los primeros 9 meses del 2017 se comercializaron 197 unidades eléctricas en el país, un tanto como 4% en relación a otros países, teniendo México uno de los índices más bajos con una penetración de ese segmento es de apenas 0.02 por ciento.

Una de las razones: El precio de los productos. La asociación, dirigida por Guillermo Rosales, acepta que los productos siguen por encima de los precios del mercado a pesar de qué los productos sieguen siendo muy accesibles.

“El elevado precio de estos autos es una desventaja frente a sus similares de motor de gasolina, aunque en el largo plazo sean más redituables con base en la relación costo-beneficio. Esperemos que conforme avance la tecnología se reduzca el precio”, comentó el ejecutivo en entrevista reciente.

Otro de los factores por lo cual México ha ido muy lento en su inserción de tecnologías amables al ambiente es la falta de infraestructura para dar carga a los vehículos, ya que los distribuidores no ven una forma de negocio al colocar dichos establecimiento.

“Aún falta infraestructura por desarrollar, por lo que en algunas ciudades es inútil tener un auto eléctrico”, destacó por su parte Jorge Vallejo, director de Relaciones Gubernamentales y Cero Emisiones de Nissan Mexicana.

Alexander Wehr, director general de BMW México, dijo en entrevista reciente que buscan ofrecer en estos momentos autos de mayor calidad, pues aún no se puede competir en precio.

“Nosotros siempre hemos dicho que el liderazgo (en este mercado) no es por volumen, sino por eficiencia y sustentabilidad. Queremos fortalecer nuestra posición en el mercado premium”, aseveró el directivo de la automotriz.

Entre los modelos disponibles en México están el Renault Twizy, Nissan Leaf, Zacua M2, BMW i3, Chevrolet Bolt EV, Tesla Model S y Model X, vehículos con precios que van desde los 317 mil 700 hasta un millón 600 mil pesos.