Vacunación en México: El espejismo


Por Edel López Olán (Permanencias Voluntarias)

En 1918 existieron los primeros brotes de Influenza, enfermedad que se propagó de manera irregular en todo los Estados Unidos,  Europa y Asia durante los siguientes seis meses. Para octubre de 1918 ya existían 195 mil muertes solo en Estados Unidos. Para abril del 1919, la influenza había cobrado la vida de 50 millones de personas a nivel mundial y no fue hasta 1930 cuando se aisló por completo el virus para crear la vacuna que tenemos hoy en día.

Los virus son el asesino serial perfecto y saben perfectamente como atacar a los humanos y como vulnerarlos a lo largo de la historia.

Gripe de 1918: lecciones aprendidas y retos pendientes | Comité Asesor de Vacunas de la AEP

Y es que a pesar de que ha existido desde hace muchos años un combate real y constante en contra de las nuevas variantes de virus, bacterias y parásitos, en el mundo existen decenas más que aparecen cada día amenazando nuestra tranquilidad, por lo tanto, el ser humano creo una herramienta para poder combatir algunas de estas amenazas: La vacunación.

El Covid-19 cambió el mundo entero. Un diminuto virus puso sobre la mesa las graves deficiencias que existen en todo el mundo en materia de salud, administración y manejo de los datos de cada una de las enfermedades preexistentes en cada región.

México ha vivido una pandemia tan extraña como la misma administración que la combate. Por un lado, a un año del primer caso positivo, la población sigue debatiendo si existe o no un virus que ya ha matado a más de dos millones de personas en el mundo entero y casi 200 mil en territorio nacional, aunado a eso, esa misma población se debate entre sobrevivir o convivir con el virus en una paradoja económica de un un país extraño; por el otro lado, un gobierno que navega a través de la pandemia maquillando datos a su favor, convirtiendo el dolor en material político y electoral e ignorando todo lo demás con tal de salir bien parado en una realidad alterna a la que vive todo el país día con día.

Pero los problemas provocados por el Covid-19 no son un problema privativo de nuestro país. En el mundo entero existen graves crisis económicas y sociales debido a un virus que aún no termina de sacar todas sus baterías. Mientras tanto, nosotros, en nuestra ilusa y soberbia forma de ver la vida, creemos que con la vacunación en masa tenemos ganada una batalla en contra de un enemigo invisible, cambiante y al parecer, hasta el momento, invencible.

La vacuna del Covid-19 se creó en un tiempo récord. Los avances científicos y tecnológicos ayudaron a que los biológicos llegaran en tiempo y forma como una esperanza para un mundo que lo necesita, sin embargo, en México, la vacunación se ha convertido en el espejismo barato de una política barata.

Existen 126 millones de mexicanos, según cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) y hasta el momento, solo se han vacunado:

  • 4,1 millones de habitantes.
  • Más de 832.000 trabajadores sanitarios han recibido el primer vial de Pfizer.
  • Unos 592.000 de ellos han recibido ya la segunda dosis.
  • Han sido inmunizados 17.463 miembros del sector educativo y 17.429 ya tuvieron su segunda aplicación.
  • 3,2 millones de adultos mayores ya han recibido al menos una dosis

El Gobierno esperaba vacunar a casi 15 millones de personas de más de 60 años y a todo el personal de salud antes de que terminara marzo, pero los plazos se han extendido hasta por lo menos mitad de mayo. Dichas aplicaciones solo se traducen en el 0.5% de la población vacunada. El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, sigue jugando con la cifras y los números de una forma opaca que, de forma desafortunada, se sigue difuminando en una retórica «esperanzadora» por parte de un gobierno que no entiende en el lugar donde se encuentra parado.

Gráfico: ¿Cuántas dosis per cápita de la vacuna anti COVID-19 adquirirá cada país? | Statista

De acuerdo con The Economist, los países que más han ordenado vacunas  son: Canadá, Australia, Estados Unidos, Japón, Nepal, India, Uzbekistán, Brasil, Indonesia, Costa Rica, Egipto, México y Bangladesh.

Según el rotativo, este grupo de países acordó, en conjunto, comprar aproximadamente 600 millones de dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech, casi la mitad del total que los fabricantes de medicamentos dicen que pueden producir para fines de 2021.

Países que han adquirido, proporcionalmente, más vacunas contra COVID-19

En noviembre pasado, el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, aseguró que México pre compró 200 millones de dosis de las diferentes vacunas que se desarrollan en el mundo contra el Covid-19, con las que se cubrirían un 92 por ciento de su población, mientras tanto la subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la cancillería, Martha Delgado, dio a conocer estas cifras para refutar los datos difundidos por el Fondo Económico Mundial en los que se ubica a México fuera de los países que más han adquirido vacunas contra el Covid-19 para su población.

A pesar de que existen datos y cifras que el mismo gobierno expide a diestra y siniestra como un «trabajo efectivo» en beneficio de la población, existen razones suficientes para seguir pensando que, como casi todo lo nebuloso que hace la cuarta transformación, existen dos diferentes historias ante una lamentable realidad.

Los documentos clasificados de compra y convenios entre el gobierno federal y la farmacéuticas se ha convertido en un tema importante y el mejor ejemplo de cómo los gobiernos manejan su información hacia el interior, liberando a las farmacéuticas de cualquier responsabilidad ante los efectos persistentes de la vacunación en masa, tal como sucedió con la empresa AstraZeneca y que hoy convenientemente se convierte en algo efectivo.

Entonces, ¿Debemos confiar en las cifras y números del gobierno federal?

La llegada a cuenta gotas de las vacunas (en teoría ya compradas) a México demuestra de nuevo el doble racero por el cual se ha manejado casi todo el tiempo la administración obradorista, que hasta el momento no ha vacunado en su totalidad (con sus dosis correspondientes) a todo el personal de salud que se encuentra en la primera línea de defensa y que ven con frustración  como los «servidores de la nación» ya están siendo vacunados por su «cercanía con la gente». Y es que a pesar de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador aseguró más de una vez que existen vacunas suficientes para todos,  por otro lado, sigue pidiendo ayuda a los organismos internacionales y gobiernos de otros países para cubrir una cuota que, según sus propios datos, ya tenemos asegurada, algo fuera de toda lógica.

Así, basándose en la falsa retórica de un gobierno confundido, las protestas a lo largo y ancho del país comienzan a darse a pesar de que el gobierno federal sigue aseverando que existen vacunas para todos, y qué, como un molinito, el presidente y sus funcionarios siguen repitiendo una y otra vez que otros países han acaparado todas las vacunas (entre ellos México) en una forma de seguirse «curando en salud» y justificando su propia ineficacia.

¿Será que ellos saben que no existe tal cantidad de vacunas?

¿Cuál es la razón por la cual el gobierno sigue insistiendo que otros países se han quedado con todas las vacunas?

¿Por qué razón le solicita a Estados Unidos una ayuda que, en teoría, no debe existir pues ya tenemos compradas todas las dosis?

El martes 2 de marzo, trabajadores del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) protestaron porque no los han vacunado contra COVID-19, una semana después organizaron una protesta al interior del Instituto quejándose de que ni siquiera les han dado fecha para la aplicación del biológico.

Entonces ¿Dónde están las vacunas?

Hasta el momento México ha recibido un total de 8 millones 160 mil 250 vacunas contra el Covid-19. De las dosis para su envasado en el territorio mexicano, se han recibido 5 millones de la vacuna de CanSino y 12 millones del laboratorio AstraZeneca. Por la mañana del 19 de marzo, arribó al aeropuerto de la Ciudad de México, un nuevo cargamento de vacunas contra el SASRS-CoV-2, con 1 millón de dosis del laboratorio chino, Sinovac. Con este envío, se suman 3 millones de vacunas recibidas en tiempo y forma.

Entonces…¿Qué es lo que pasa? La solución es muy sencilla: Elecciones.

En México, las llamadas «Elecciones más grandes de la historia» se desarrollan en plena crisis sanitaria y mientras el gobierno sigue jugando con las cifras y con esa falsa idea de que es un gobierno cercano a la gente dentro y fuera de su país, sigue en un franco choque diplomático con Washington que ahora manda vacunas de AstraZeneca como un acto de «solidaridad» entre países mientras sigue el jaloneo por el caso Cienfuegos y las recientes declaraciones del Jede del Comando Norte sobre el narcotráfico en México.

Andrés Manuel López Obrador ha demostrado más de una vez que es un experto en mover a su favor la opinión pública, y mientras sigue en su falsa cruzada internacional, aun existen muchas deudas en cuanto la aplicación de vacunas dentro del país, donde, siguen mercadeando con la esperanza de un pueblo que ignora muchos datos y creyendo ciegamente en un gobierno manipulador.

El espejismo es una imagen, representación o realidad engañosa e ilusoria. En el desierto, por la desesperación, muchas personas las observan como una forma de salvar su vida, como el espejismo de las vacunas en México, donde las extrañas matemáticas de la Cuarta Transformación se convierten en esa ilusión que solo satisface a unos pocos a costa de la salud de todos.

Y eso, es muy lamentable
Hasta la próxima.

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