La salida de Angela Merkel deja un gran vacío político en la región.
Alemania ha entrado en un periodo de incertidumbre tras las elecciones federales en la que los dos principales partidos, el Socialdemócrata (SPD) y la Unión Demócrata Cristiana (CDU), defienden su derecho de encabezar la economía más grande de Europa, dejando aún inconcluso quién será el sustituto de Angela Merkel.
En Alemania no son los votantes quienes eligen directamente al próximo líder, sino los diputados, una vez formada la mayoría. Sin embargo, esta vez, la mayoría es especialmente complicada de formar, debido a que por primera vez desde 1950 será necesario tener el consenso de tres partidos en el Bundestag(Parlamento Federal) y no solamente de dos, como se acostumbraba. Esto debido a la fragmentación del voto.
Los resultados preliminares arrojaron un margen de diferencia muy corto. Olaf Scholz del SPD obtuvo el 25.7 por ciento de los votos, mientras que los demócratas cristianos, bajo Armin Laschet, obtuvieron el 24.1 por ciento.
A pesar de obtener la mayoría de votos, el líder del SPD, Olaf Scholz, dejó claro que aún faltan meses de negociación e incertidumbre antes de que pueda gobernar Alemania. Tanto él como su opositor, Laschet, dijeron que pretenden tener un Gobierno instalado antes de Navidad.about:blank
El camino aún es largo para definir al nuevo Gobierno y declarar a un ganador. Tan solo, tras las últimas elecciones en 2017 se necesitaron más de seis meses para alcanzar un acuerdo y formar la actual gran coalición de conservadores y socialdemócratas.
El partido de ‘Los Verdes’, que son el socio favorito del SPD, quedaron en tercer lugar con un 14.8 por ciento, su mejor resultado hasta la fecha. Es probable que el partido juegue un papel decisivojunto con los Demócratas Libres, que obtuvieron el 11.5 por ciento.
Fuente: El Financiero